Yoga

Carlos Peña

Ilustración: Nadia Casullo

I

Estirarse es cosa seria 

se los dice un analfabeto de tendones.

Concentre su vista en un objeto y no desenfoque.

Puede ser la campana de plata sobre la mesa

que brilla al fuego de la vela.

Mire cómo quiere volver a su fundición 

cómo destella su nacer todavía.

Así usted debe desnacerce (pero no demasiado).

Recuerde que su cuerpo más que materia es llamada

al espíritu que recorrerá su sagrado

igual a la campana cuando suene.

Luche no contra, sino con la tierra y respire.

Enraizar las corvas no le va a costar dinero.

Ya exhausto de lo flexible llegue a su relajación última

(pero no demasiado).

La campana seguirá sobre la mesa

con el destello de su nacido aún

(pero no demasiado).

II

La calistenia del imaginario

Al hombre de 7 manecillas 

7 ausencias de campana

le estorban su parar.

Metódicamente estira su carne flexible

libera el silabario con alfabeto de átomos 

preparados en punto del mechero de su cuerpo.

Con mente sube a la barra impulsando lo desconocido

(el cuerpo memora de alma trizadura de cosas amadas)

llega arriba y baja repetidamente

tenso muscular albedrío.

Palabras que afloran de su animal

secreta sudoríparos seres versarios 

que de tanto impulso vuelan a grafía.

Oficio del músculo para otro poema 

con tendones dopamínicos y arterial

unión la máquina de su anatómico 

sol con mar escribe en el libro de su cuerpo

III

La cabeza de Alfonso Reyes

A 50 metros de profundidad se esconde.

No una gema o zafiro.

Simple geología orgánica ya inerte

que brilla por ausencia

¿Pesará lo de aquella testa Dariana?

¿o serán de puro osmio sus ideas inertes?

Un balón de osmio pesa 120 kilos 

similar a una cabeza es como 

los 120 libros que tengo de Reyes 

¿Son un balón de osmio con miedos

deseos y secretos que nos siguen?

No una joya, algo sin nombre 

enterrado en algún sitio que usamos 

para alumbrar las horas.

Acaricia el lomo de lo inmaterial. 

Dale a tu criatura su pedazo de galleta

deja que juegue un rato en lo oscuro.

Brilla sólo a ti como un sol 

personal al que giras en órbita.

La cabeza de Reyes puede ser 

el planeta a tu ser transitivo   

¡Tanta Grecia, Mallarmé y teoría literaria! 

Joya a lo Goethe que planeta escepticismo. 

Nuestra consolación contra lo inacabado 

e imperfecto se refleja también ahí.

Obra trunca

como la traducción de Reyes de la Iliada 

– homérico fracaso en lo pueril 

de tu existencia –

pero con la testa de regalo

de tu bello secreto: 

la cabeza escondida de Alfonso Reyes.

IV

Salidas de emergencia

de entrada no sirven de mucho 

como un juego de pin pon 

con mancos de derecha que se saludan 

tus no tus sí nonatos que te habitas 

pasan camaleones de risa a estatua al rabillo de ojo 

tus fracasos cuantitativos de limbo 

esa saboteada muedera de pluma quetzal

de hijos que no fueron

padres del siempre te comparten

el pan dando al suicidio simulacro

y el verso devuelve la pelota que dice 

de un juego contra uno

Cuida de no perder los poemas que no fuiste

el plural de tus mutilados días

salidas de emergencia a ninguna parte 

V

Redoblado corazón en tu cuerpo  

até a tu raíz para huir de lo ilusorio 

Conectada dicha de un resonar diminuto 

-máximo centímetro al milenio elevado-

el ruido de afuera no te deja percibirlo 

Mira palpa oye sobre el tambor de tiniebla  

con el oído de los corazones

que a lejanía tan cercana

te causa terror e incertidumbre 

Hay en tu vientre del primer recuerdo al imposible 

Su pequeñísima y escéptica esencia

de futuro en tí anticipa y funda 

gemelo resonar en tus redes  

Siente palpa mira en tu sangre 

el rocío del jardín 

Has vuelto por tu primer muerto

para sembrarlo en tu vientre 

Exígele flores aunque tengan filo 

Cantos para los ojos del abismo 

Cuatro sístoles contra el miedo de silencios 

Dile que el vacío de la carne

lo ahuyentas a diastólicas mentadas

con trabajo de amorosa mordida 

Tu alma es redentora de sepulcros

Palpa mira siente     la luminosidad de lo oscuro unida a tu cuerpo

Carlos Gómez (México, 1991). Estudió en la facultad de Filosofía y Letras de la UNAM, campus Ciudad Universitaria, la carrera de Lengua y Literaturas Hispánicas. Es autor del libro de poemas No es vuelo el verbo de pájaros bajo el sello de la editorial Buenos Aires Poetry. Actualmente se desempeña como librero de tiempo completo y lector.