La voz madre de las cosas

Protagonista de las letras mexicanas y del panorama cultural actual, Rosa Beltrán lee el mundo desde diferentes perspectivas, y las plasma en páginas dotadas de texturas que van más allá de lo obvio, pero sin abandonar su compromiso de mujer ante este tiempo o cualquier otro. Ella sabe que es por medio de la madre que establecemos la primera relación con el mundo: “A través de ella conocí el olor y el tacto, mis primeras narraciones sobre el mundo, y poco después, el sonido de las cosas, mi madre era una voz…”; nos dice la autora de La corte de los ilusos. Su narrativa es autobiográfica, pero la voz de su madre es el eco que le entrega el método y la forma de hacerse de la palabra, el resultado de una relación dialéctica entre imagen y sonido, que permite interpretar la realidad.

Esa forma de lectura del mundo le permitió no sólo hacerse de la palabra como escritora; en el mismo grado, se preguntó por el papel que juega el lector, y ocupó ese lugar, “…pienso que recordar, lo mismo que leer, es también la posibilidad de traer a cuento lo que nunca ocurrió pero que pudo haber sido”. El escritor forma parte de ambos espacios. Cuando se escribe o se lee, se experimentan «posesiones», se es y se deja de ser; se es letra y palabra, personaje y niña, momento y memoria; la imagen de la voz que no se apagará.

Celebramos junto a Rosa Beltrán el tercer aniversario de Campos de Plumas con la publicación de Cuando las palabras no eran las cosas, breve ensayo de esta reconocida escritora que el lector podrá encontrar entre las páginas de su revista.

Cuando las palabras no eran las cosas