Myriam Moscona

A menudo, el tema de la muerte o, más bien, del contacto con los propios muertos, la orfandad y el idioma ladino son asuntos que recorre la obra de Myriam Moscona (Ciudad de México, 1995). De su más reciente libro, León de Lidia (Tusquets, 2022) ha dicho que “la destripó”, pues “lo dejó todo” en el mismo. La literatura, en sus parajes nítidos, es un destripamiento… o bien, su crítica. Moscona ha preferido la ironía al forjar su colaboración para este número, con copos de adjetivos en que atenta contra la retórica sentimental, nacionalista, que en escuelas y berrinches de cantina perpetuamos convenientemente, tal vez sólo por un horror vacui. Entremos en su juego para ver nuestra mendacidad un poco más iluminada; leamos su “Naturaleza de la Patria” con la media risa que a los mexicanos, por lo bajo, nos distingue.

Naturaleza de la patria (“sentimientos de la nación”)