Cadáveres vivos

Dilan Chino

Arte:Bárbara Barrera

Trae unas cuantas muertes marcadas en la cara, casi siempre le dejan dormir, le traen lo mismo, culpas, dolor, confusión y arrepentimientos. Suena a que la muerte no se lleva todo a su paso, parece que algo queda.    
El cuerpo arde, quema. La sensación deja seco porque no hay manera de evitarlo, no se detiene, no para. La paz no se busca, el perdón no se pretende, pero sirve para aliviar. Se podrá hacer otra cosa, se podrá vivir de otra manera o en otros mundos, pero ellas no se quedan atrás. Van y conviven.     
Calientan la comida, suben al camión, sirven café. Están allí, pero muertos, sus ausencias se sienten. La presencia de sus ausencias deja roto.     
Dieron el corazón desde el primer día, dieron su cuerpo y la vida a un mundo desecho. Sus fantasmas invitan a construirse desde otro sitio, ofrecen otra vida lejos de aquí, invitan a mudarse. Se puede evitar pensar en ellos, se puede esquivar algún sentimiento incomodo. Por lo general así es como se vive la muerte, se le evita, se rodea o se le ofrenda.    
Se alude a su llamado en los días en que no duele tanto, se les llama poco y por error, saben que no tiene el control de esto, son almas que van, son corazón que están a veces.            
Hay que llamarlos cuando haya una sonrisa de por medio. Corazones bravos, corazones humanos derramados.

Dilan Chino (Ciudad de México, 1995). Poeta. Ha colaborado en el fanzine Interno, además de las revistas Anacronías, Axolotl Magazine, Black Fish, Cósmica Fanzine, y Herederos del Kaos, entre otras, y es autor del libro Intersticios en el desayuno (Publicación Independiente, 2022) Disponible en Amazon.