Jaime Tzompantzi

Abraza tu maldición hasta que te voltee a ver
Durante siglos
hicimos el esfuerzo
por ver a los ojos
a aquello que llora lágrimas dulces
hacia el centro de nuestro tallo.
Pero la Vida no tiene ojos,
no tiene sentidos.
No tiene.
Sólo dulce
y ácido.
Durante días
una Santa nos tomó de las manos
a la Vida y a mí
y no nos las soltó
hasta que se fueron volando.
Luego leímos el manual de física de partículas rayado con extintores
y nos imaginamos que era el diario de juventud de Dios.
Cuando le gustaba explicar todo.
Cuando usaba las oraciones de un lado a otro.
Luego plegamos las páginas y aparecieron dibujadas
las coordenadas de la fábrica abandonada
donde se dibujan las neuronas.
Y nos reímos mucho.
Y sacaste un conejo de tu jarra de sentidos
Y se desactualizó mi celular.
Y ya nunca pude tener celular.
Cuando abriste mis ojos como un refrigerador,
supe ver que tus trampas
son un regalo en llamas.
Y nos dimos cuenta de que las malas personas nos enamoramos.
Y también las buenas personas.
Y que dejaste que mi cabeza cantante se la llevara el río.
Y que aun así yo te amaría por siempre, amor mío.
Algo que ya sabías:
Las estrellas son diamantes enormes flotando en la nada
y muchas otras cosas más
que no se pueden decir con palabras.
Delineado
Cuando cumpla 73 años me voy a robar un four loko tornasol de un Oxxo entre las nubes
y una pomada para pompies de zombies en la farmacia a la orilla de la micro selva para drogarme con ella
Cuando descumpla mil años (más al rato) voy a robarle un beso en el proceso al ángel de helado que me visita cuando ronroneo
Si mi cumplesegundos se da sin pandemia voy a teletransportar a todo el resto de mis segundo a este mismo segundo, no a este, a este otro, y le voy a besar de nuevo diciéndoles al ombligo:
Milisegundos, una vez más estamos todos reunidos 😊
Cuando existe el futuro como producto embotellado voy a comprarlo y tirarlo por una ventana de la casa de un tío muerto al que extrañan mucho mis primas
Y diré: señor tío!!! Esta se la dedico a la granja con frutas de su hermosa historia en este planeta! No importa que Marina no lo grabe.
Sí
Yo soy el mundo y me borro
De cuando fui al bosque y me encontré con mi tristeza de frente y me di cuenta que era sagrada y había que amarla y escuchar su lección
Soy un dinosaurio de 3 cuernos con una rosa roja en la boca
sonriendo y llorando bajo la estela de una bola de fuego.
Soy un pantano que conoce la vida de sus antiguos habitantes.
Vida que abracé y devoré como el sol devoró mi alma al caer en mi alma en él.
Muertes que dejé que me moldearan.
Soy una piedra labrada por el viento solar hasta tener la forma de un ser vivo y
entonces despierto. No acabará nunca el trabajo del sol.
Criko y alcohol. La copa de los árboles y un incendio en mi corazón.
Una peña desde donde se mira a las estrellas que caen hasta tus pies
(entre la budeidad y tus tenis blancos).
Una vez me dieron raite unos policías y les recité a César Vallejo
Y fueron muy lindos y humanos y nos fundiremos todos en el mismo resplandor
No son heridas, son estigmas, porque nunca puedo dejar de ser dichoso
Aunque no me avisaran, aunque no sea como yo quiero
(¡qué importa que sea como yo quiero!)
Porque soy un lobo rosa y aúllo solo a lo largo de todas las riberas.
Porque nunca dejaste de sonreír ❤
El frío de la tierra, el frío de la luna, el frío de tus mejillas
El riachuelo que vi nacer de la comunicación de Axcel y Kika.
¡El fuego que recorre como una serpiente de tu corazón a mi corazón y a otros corazones!

Jaime Tzonpantzi (Ciudad de México, 1994). Poeta. Egresado de la carrera de Lengua y Literatura Hispánica en la UNAM, fue acreedor del premio Ediciones Digitales Punto de Partida (2019) y entre sus publicaciones se encuentran los libros Fantasmophilia (2019), Isla de encantos (2019) y Milagro 401 (UNAM, 2019).