Hermes Partida

Andar en la discapacidad y caminar en espíritus ajenos, incluye transitar bajo nuestra propia humanidad, no importando las vallas altivas que deshagan la voluntad, tampoco el secreto egoísta que enmudece, menos aún, la distancia del humano ante el humano; andar y caminar por la discapacidad, es reverdecer las cenizas en los valles.
Primer acto.
Inclúyeme en tu mirada
bajo el manto sensible,
emerge del sedimento un pigmento cristalino,
índigo reflejo,
apacible reposa en el horizonte,
laguna excluida de la gracia,
tus pétalos acarician los flujos del vórtice.
Comitiva
Surge del fango, como un pez ante el sacrificio,
inerte, como fantasma apareces,
a lo lejos escuchas el graznar de la ninfa,
un bello susurro que endulza la cóclea del sordo,
repetir, setenta y siete veces siete: “universalidad”, mitigar el dolor ajeno.
Si la lengua no macera el tejido,
sobre el clavel el fluido diluye,
fino bermejo humedece los remos.
“Por la boca vive el pez”.
Vacuidad
Recinto de compasión y benevolencia,
habitad, rincón donde pululan las moscas,
puerta trasera de la servidumbre;
mi retrato, un trofeo dentro de una vitrina,
una estampilla sobre mi frente,
mi sombra ávida de escenarios,
inmediatez, mueca sostenida por filamentos.
Sálvame de las larvas, concédeme una silla ante la palestra de los sabios,
la eventualidad, un cheque al portador.
Soliloquio
jamás alguien, hable de mí, sin mí.
Plano cartesiano
Después de leer libros avanzados de geometría, aritmética y trigonometría,
aprendí matemática básica, las planas no son curvas,
mis manos no giran alrededor del sol,
acelerar, rotar, analfabetismo moderado,
mi primer juego de geometría, me enseñó a medir,
“la distancia más corta entre dos puntos, es una línea recta”
latitud, longitud, suave sedante; accesibilidad.
El tiempo es relativo, si clavas tu cráneo bajo la tierra,
23 horas, 56 minutos 4 segundos,
Inhalar, exhalar, zancada que enciende mis branquias, suspensión atmosférica,
Infusión de nicotina.
Saturno gira…galápago en penitencia,
ata mis garras a tus anillos.
Resiliencia es un verbo que solo conjugan los locos.
Descubrí la anotomía básica,
pulgar, índice, medio, anular y meñique,
escribir sobre los muros 100 veces,
cáscara, pezuña, supurar, ulcerar, sublimar,
mis falanges maldicen.
Adaptación
La vida fue benevolente con Hansel y Gretel
conocieron la supervivencia en un cuento de hadas,
la codicia es una rosa de vientos, revolver con mira a los ciervos.
¿Quieres saber qué es el terror?
repudia la voluntad, arrójala al acantilado con los cerdos y su tranquilidad,
permite que el caldero cocine la absolución,
si el justo sufre, es por gracia del espíritu.
¿Cuál es mi destino?,
si mi anhelo desconoce el retorno.
Mi cuerpo, cinco islas, en busca de conquista.
Transubstanciación
Bienvenido al país de la furia.
Zozobra, aquí las migajas ungen el pan,el sudor, un salero ante el banquete,el decoro sea antes que el apetito, la bebida, un túnel que apacigüe el hastío. Eleven sus copas, que el licor, sea leche tibia para el ternero,no quede bocado alguno, ante la deuda,brindemos por los satisfechos, por el ave, el estiércol,gusano y mariposa, solo un ajuste razonable.
¿“Acaso alguna fuente, echa por una misma abertura agua dulce y amarga»?
Segundo acto.
En la fragilidad de tus manos, se cubre la dulzura de tus ojos,
galaxias, universos paralelos por conquistar,
ominosa inspección la que custodia tu piel,
refugio de misterios, seducción estelar en su interior.
Diseño universal
brújula que viaja sin madre ni padre,
imantada por la impericia del viajero,
anclo mi aguja en la clavícula,
descifro sortilegios en silencio.
Lo evidente no se exige demostración,
mi rostro es la defensa de un Ford modelo 72,
el asfalto, un parque de diversiones y adivinanzas,
las cloacas, mi habitación, 2 estrellas,
bullicio, regocijo, cuando tomo el sol en los litorales.
Lo invidente, un Alzheimer social,
un niño que arroja sus juguetes en la habitación, pierde la memoria, y busca otros
deleites,
un memorama con manual incluido de clarividencia,
la reminiscencia un acto suicida,
aquí no existe derecho al fallo.
Tercer acto.
vocablo
Cándido, sútil el descenso del verso,
Signos que edifican,
regiones de tráfico,
Muecas y gestos, obsequios de asombro,
trapecio, dorso en paracaídas,
ocelo rapaz, matrona que engendras los verbos.
Babel
Puerta de Dios, senda altiva y justa,
ensayo celeste, que obturas el significado,
políglota errante.
Causal
A rio revuelto, ganancia de intérpretes.
Cuarto acto.
Gaus, tu voz es la encarnación de lo común,
yerra mi estirpe con tus extremos,
esculpe tu intelecto en mi candor,
el valor predictivo es la relación entre lo infecto y lo contagioso,
Pitágoras, Weschler, Binet, monedas desgatadas de tanto uso.
Sombra
Lo eventual perece como un florero en el sótano, el juicio, nos excluye de su aliento,
del esclavo al amo, se hila la profecía,
la concupiscencia es un arma de doble filo,
en la suspicacia se anida la incertidumbre,
sentir y desear, dos golosinas en custodia,
mi primer mandamiento: no dispondrás de tu voz en defensa propia.
Quinto acto
Shin
Navega sustancia etérea
en la utopía mordaz de la libertad,
certeza arrinconada en el jardín,
laberinto de virtudes,
saciado eres en la ciencia,
bienhechor de otredades,
si el Otro habla, es porque encontró la llave,
“el inferno son los otros” pues en ellos encuentran los cuidados,
si el otro calla, es porque ya todo se ha dicho.
Apoteosis
emana loto, hidrógeno y oxígeno,
desecho tu rostro sobre el manto acuoso
ungiste totalidades al orbe,
diáfana luminosidad,
tersa y frágil en tu andar.
Tímido fulgor de las flores,
inmenso titilar de estrellas al meneo de tu cintura,
residuos ancestrales.
Galápago, llevas a cuestas la historia de la vida,
brisa, suspira al paso del destino,
mariposa, retorna a tu estado larvario,
duerme a tu ocaso;
sacrificada es la lengua en la distancia.
Metamorfosis, emanación es lenguaje.
Deviene la oruga al estiércol
como el barro al cántaro.
Voluptuosidad
Dermis, corteza sólida,
lienzo que menguas al tacto,
finitud de tus islas al roce del capullo.
Litosfera:
manto geotérmico,
baño de tu océano.
Pangea,
separada eres por el mar
esparces tu brillo en las estrellas,
liquida condensación
de hemisferio a hemisferio,
vestidura acuosa yace al sur,
venerado es el manantial.
Punto geométrico es al norte.
Esferoides,
curvaturas trasgredidas,
desnudos son los astros
al paso del fuego.
Lengua,
dócil es tu arribo
y suave tu andar,
atravesada estás.
Meridiano,
copula la tierra,
secreción de tu elipse;
habitamos al deseo,
pigmento y rubor de los pétalos,
espuma luminosa,
sedimentación de los ríos,
caudal que reposa las olas,
terso el fulgor del jazmín.
Tú,
el cometa en órbita, el trayecto al deseo,
Yo,
la mirada deshabitada al firmamento.
Concederé tu alma al exilio,
el día en que mi lengua
rocíe los recovecos de tu alcoba,
no cederá ningún suspiro,
aliento o exudación
al arribo del Tsunami,
manantial inerte,
exaltación solar, ascensión a las puertas de San Juan,
ahogaremos el canto en el océano del suplicio.
Sobre la cavidad de tu vientre
desdibujada es la angustia,
melodía vehemente,
polifonía al compás de tus praderas,
humedece la arcilla al roce de tu mano,
almendra que fecunda los valles,
órbita ocular deshabitada sobre el firmamento,
atas tus remos al mástil,
marea que rebosa en el océano,
estrella polar, guía el navío,
izas las velas,
estela plateada esboza su brillo en la luna,
capullo segado, cercenada la inocencia.
canto final,
mordacidad del lisiado.
¿El acto más puro de mí?
Caudal,
fuente de tu elipse,
exudación del lirio,
resina que gravita en mis islas,
insoluble larva reposa sobre tu vientre,
refugio de nuestra perversidad,
rubor de la pradera,
cilicio del laurel.

Hermes Adrián Partida López (San Luis Potosí, 1980) Poeta. Psicólogo, egresado de la Facultad de Psicología de la Universidad Autónoma de San Luis Potosí (UASLP). Ha participado en colectivos y eventos de carácter cultural. Su pasión por la literatura lo ha llevado a compartir espacios de tertulia. Sus poemas concentran influencias que van de la literatura a la filosofía.