William Shakespeare

Las obras dramáticas William Shakespeare son un jardín colmado de reflexiones sobre las vicisitudes de la naturaleza humana; no resultaría equivocado decir que la exploración de nuestras pasiones y desdichas es el motor que impulsa cada una de las tramas del célebre autor.
Algunas de estas observaciones aparecen en forma de soliloquios, cavilaciones más profundas y deliberadas que los personajes expresan al reflexionar sobre sus circunstancias y su lugar en el mundo.
El hilo conductor de los siguientes soliloquios es la desesperación; son palabras que estos personajes entonan desde la derrota, la cobardía, el dolor extenuante. Los protagonistas de estas líneas, al verse entre la espada y la pared, se entregan de lleno a la amargura, no sin encontrar, casi irreconciliablemente, un contundente dejo de aplomo entre el desasosiego.
Ricardo II, Acto 3, escena 2
Después de que el rey Ricardo confiscara los bienes del difunto padre de Bolingbroke, éste regresa de su destierro y organiza una revuelta en contra del rey. La rebelión crece y se hace de aliados que otrora fueran fieles al monarca. Al enfrentar la inminencia de su derrota, el Rey Ricardo le habla de esta manera a los cortesanos y aliados que aún lo acompañan.
REY RICARDO:
¿Qué más da dónde? Que nadie hable ya de consuelo,
hablemos de tumbas, de gusanos y epitafios,
en este pliego de arena y con los ojos húmedos,
plasmemos nuestra pena en el seno de la tierra;
nombremos ejecutor, dictemos testamentos,
más que a nuestro sepulcro un cadáver destronado?
De Bolinbroke son ya nuestra tierra, nuestra vida
y la muerte es todo lo que ahora poseemos,
eso y el ínfimo pedazo de la tierra yerma
que sirve de argamasa y cubierta a nuestros huesos.
Por amor de Dios, sentémonos sobre la tierra,
relatemos tragedias de reyes fallecidos:
unos depuestos, otros caídos en batalla
o perseguidos por las almas que destronaron,
envenenados por su esposa, muertos en su lecho.
Asesinados todos, pues en la corona hueca
que ciñe las sienes mortales de un monarca
la Muerte hace su corte y el cruel bufón aguarda,
burlón ante su rango, sonriente ante su pompa;
le permite respirar, gozar algo de gala,
reinar, amedrentar y matar de una mirada;
le infunde vanidad, lo anima a ser engreído.
Como si la carne que contiene nuestra vida
fuese un metal invulnerable. Y halagado así,
llega ella en la hora postrera y con un alfiler
penetra la muralla de su fuerte y ¡adiós, Rey!
Cubran ya su testa y no injurien carne y hueso
con parca reverencia. Desechen el respeto,
la tradición, la forma y el deber ceremonioso,
pues eso que han visto en mí no es más que un espejismo:
me nutro de pan, como ustedes, siento carencia,
pruebo el dolor, preciso amigos. Esclavo así,
¿cómo pueden ustedes decirme que soy rey?
***
KING RICHARD:
No matter where. Of comfort no man speak.
Let’s talk of graves, of worms, and epitaphs,
Make dust our paper, and with rainy eyes
Write sorrow on the bosom of the earth.
Let’s choose executors and talk of wills.
And yet not so, for what can we bequeath
Save our deposed bodies to the ground?
Our lands, our lives, and all are Bolingbroke’s,
And nothing can we call our own but death
And that small model of the barren earth
Which serves as paste and cover to our bones.
For God’s sake, let us sit upon the ground
And tell sad stories of the death of kings—
How some have been deposed, some slain in war,
Some haunted by the ghosts they have deposed,
Some poisoned by their wives, some sleeping killed,
All murdered. For within the hollow crown
That rounds the mortal temples of a king
Keeps Death his court, and there the antic sits,
Scoffing his state and grinning at his pomp,
Allowing him a breath, a little scene,
To monarchize, be feared, and kill with looks,
Infusing him with self and vain conceit,
As if this flesh which walls about our life
Were brass impregnable; and humored thus,
Comes at the last and with a little pin
Bores through his castle wall, and farewell, king!
Cover your heads, and mock not flesh and blood
With solemn reverence. Throw away respect,
Tradition, form, and ceremonious duty,
For you have but mistook me all this while.
I live with bread like you, feel want,
Taste grief, need friends. Subjected thus,
How can you say to me I am a king?
Enrique IV, Acto 5, Escena 1
El rey Enrique IV enfrenta una revuelta organizada por un grupo de nobles liderados por Northumberland y su hijo Percy. Falstaff, el amigo ladrón y disoluto del libertino príncipe Hal es reclutado para luchar en contra de los rebeldes. Falstaff pide al príncipe que lo proteja en el campo de batalla, a lo cual el joven responde que Falstaff le debe a Dios su muerte. El viejo reacciona con esta disertación sobre el honor.
FALSTAFF:
No es hora aún. Me vería renuente a pagarle antes de Su hora. ¿Qué necesidad tengo de ser tan arrojado con Aquel que aún no me llama? En fin, no importa, el honor me da espuela. Sí, pero si el honor me clava la espuela cuando avance, ¿entonces qué? ¿Puede el honor sanar una pierna? No. ¿O un brazo? No. ¿O borrar la punzada de una herida? No. ¿El honor no es hábil cirujano entonces? No. ¿Qué es el honor? Una palabra. ¿Qué hay en esa palabra, honor? ¿Qué es ese honor? Aire. ¡Fina recompensa! ¿Quién lo posee? Aquel que murió antier. ¿Acaso lo siente? No. ¿Lo escucha? No. ¿No puede percibirse entonces? No por los muertos. Pero, ¿no ha de vivir con los vivos? No. ¿Por qué? A la calumnia no le es dado padecerlo. Por lo tanto, no me apetece en lo absoluto. El honor es un mero blasón. Y así concluye mi catecismo.
***
FALSTAFF:
’Tis not due yet. I would be loath to pay Him before His day. What need I be so forward with Him that calls not on me? Well, ’tis no matter. Honor pricks me on. Yea, but how if honor prick me off when I come on? How then? Can honor set to a leg? No. Or an arm? No. Or take away the grief of a wound? No. Honor hath no skill in surgery, then? No. What is honor? A word. What is in that word “honor”? What is that “honor”? Air. A trim reckoning. Who hath it? He that died o’ Wednesday. Doth he feel it? No. Doth he hear it? No. ’Tis insensible, then? Yea, to the dead. But will it not live with the living? No. Why? Detraction will not suffer it. Therefore, I’ll none of it. Honor is a mere scutcheon. And so ends my catechism.
Macbeth, Acto 5, Escena 5
Tras asesinar al rey Duncan y declararse soberano de Escocia, Macbeth se encierra en su castillo esperando el contraataque de Malcolm, el hijo de Duncan. Mientras aguarda, un sirviente le informa de la muerte de su esposa, Lady Macbeth —quien lo había alentado a asesinar al rey—, a lo cual responde con esta amarga sentencia.
MACBETH:
Un mañana tras un mañana tras un mañana
se arrastra así, a este paso lento de un día a otro,
hasta la última sílaba en el libro del tiempo.
Y nuestros ayeres le han alumbrado a los necios
el camino a la muerte. ¡Ahógate, breve flama!
La vida no es sino un espectro, un histrión torpe
que gasta en pavoneo y angustia su hora en escena
y jamás vuelve a ser mencionado. Es un cuento
que narra un idiota, pleno de ruido y de furia,
vacío de significado.
***
MACBETH:
Tomorrow and tomorrow and tomorrow
Creeps in this petty pace from day to day
To the last syllable of recorded time,
And all our yesterdays have lighted fools
The way to dusty death. Out, out, brief candle!
Life’s but a walking shadow, a poor player
That struts and frets his hour upon the stage
And then is heard no more. It is a tale
Told by an idiot, full of sound and fury,
Signifying nothing.

William Shakespeare (Inglaterra 1564 – 1616). Dramaturgo y poeta, referente de la literatura universal. Aunque se debate el número total de sus obras teatrales, escribió en los géneros de comedia, tragedia y drama histórico, así como 154 sonetos y cuatro obras líricas. A la par de su carrera como dramaturgo, Shakespeare fue copropietario de la compañía teatral King’s Men.

Gloria Ramos (Ciudad de México, 1985). Estudió Lengua y Literatura Hispánicas en la UNAM y se formó como traductora literaria en la Escuela Nacional de Lenguas, Lingüística y Traducción. Ha publicado traducciones en diversas revistas como Palabrerías, Pérgola de Humo, Monolito y Círculo de Poesía. Forma parte del colectivo de traducción literaria Falsos Amigos.