Mariana Barajas Salazar

je suis PETITE
como el universo posado en la cabeza de un alfiler
et mortelle,
así las estrellas enrojecidas
comme vous
que enmudece
ante la magnitud celeste.
La criolla
No sé si fue el desgraciado que amaba volar en su auto
que no se detuvo a mirar el aullido de mi error.
No sé si fue su desgraciada locura por la libertad
que no se detuvo a soñarme sin ella.
Recojo el fruto de la noche, necio silencio
[…
Callejera te llamaban
Criolla te llamaron
Mi perra, te reclamo
en el lugar de nunca hay nada ni nadie
la bolsa nos asfixia
Post mortem.
El presente es un viejo cirroso muerto en la banqueta
Un perro zarrapiento lamiendo la cara del amo
Es la impiedad del hombre que no se detiene
ante el viejo, ante el perro, petrificados
Contrariado emprendo viaje deseoso por regresar
Quebrantado intento al rostro del pasado revivir
El perro que va y vuelve
regurgita fidelidad
sobras de un carnicero son ofrendas al cuerpo
voz de caña
pies de asfalto
a-migas saben sus manos:
Padre, dueño, amo
¿está el presente en un cadáver?
¿en el hígado expuesto en la banqueta?
¿es mí lengua probando inhumanidad?
El Ahora lame el tiempo, mueve su retazo de cola y muere en la caricia
Detenido compás
al límite de San Diego
levanta el rostro
alcanzan ojos en cielo
a dos colores
Rosa magenta allá
arenas de Tijuana
corridos sobre hombres
en hazañas de balazos
Aquí el olor a crack
sostiene franjas rojas blancas
reflectores estelares que vigilan un paredón azul
La lengua es hiedra
trepa el muro
crece en verso y al inverso
angloiberoamericalatinizado
Aquí el cielo se parte al borde —american express—
y la vida está empaquetada
en porciones “destape y disfrútese aceleradamente”
Tiramos paquetes al otro lado
para aquellos confusos, quieren conocernos
Danzan los allá
en duela de disparos
con pasos de hormiga
extraviada la marabunta
asustados no encontrarán
más consuelo que al silbido del coyote
Cañón mío
andanada les llama
luces bulbos
excitando luciérnagas
arriesgadas por resplandor
¿Cómo te explico hermano
que el sueño de grandeza
está mutilado?
El dorado no existe
bajo este cielo en vinyl
¿Cómo te hago saber
que de’sta aridez
flotan cuerpos y de tantos,
alimentan el desierto?
Aquí el cielo escupe ácido
solvente de sueños
inhuma familias
Fe, alta muralla como esta barda metálica
rápida escalada, bienestar imaginaria
pero la muerte aquí instantánea
son bengalas que ascienden
por multitud el cuatro de julio

Mariana Barajas Salazar (Distrito Federal, 1986). Poeta, escritora, docente, correctora de estilo, investigadora literaria autónoma. Realizó sus estudios en Educación Artística, Letras Hispánicas y Filosofía. Ha publicado Poesía para Aves y proyecto Postales poéticas. Su obra se ha difundido en diversas universidades y plataformas como: UANL, UAM Azcapotzalco, CCH Mediaciones UNAM, Liberoamérica, Di-Versos, Del dicho al hecho, Lepisma, Hojas Necias, Antología Encuentro Babel.