Dejé de ver la ciudad

Mariana Viveros

Arte: Edith García

“Pilla el abrigo y nos vamos pa’ Ucrania

que aquí no hay na’ que arañar

más que la rabia”.

Gata Cattana

Dejé de ver la ciudad.

Camino sin notar las baldosas,

la fuente, la farola;

ya no hay encanto de niebla

ni miradores en la hora azul.

Dejé de ver la ciudad

en medio de un invierno crudo

donde cada día

era noche interminable;

los rostros todos se volvieron, entonces,

réplica uno del otro del otro,

tiempo espiral.

Una noche llegó Jasón

y por instantes volví a ver la ciudad

pero a través de sus ojos:

argéntea, abierta,

“es perfecta para soñar” (dijo él).

Suéñala, Jasón

quema tus naves en ella,

Medea te libera y se va.

Quiere una copa de arak,

baklava, cous cous.

Tu licor es melancolía

 en esta boca roja amiga del Solanum nigrum.

Hay olivares esperando,

palacios nazaríes brillando escarlata

bajo el sol de la ciudad soñada:

ciudad portentosa, de magia telúrica,

ciudad para verla siempre

aun en penumbras,

aun desolada.

Mariana Viveros (Xalapa, Veracruz, 1986). Estudió la carrera de Teatro en la Universidad Veracruzana, perfilándose en dramaturgia y gestión cultural. Actualmente se desempeña como correctora de estilo y redactora. Ha publicado poesía, artículos y relatos breves en diversos medios digitales e impresos de México, Cuba, Chile y España.