Madera (Poemas)

Carolina Campos Solís

Arte: Xilote Ibarra

Madera

Una mujer sentada y con madera
con el pelo encendido
le busca sentido a los huesos
y contradicciones a los pájaros

Una mujer sentada y con madera
con las cejas obtusas
busca versos debajo de los tréboles
y abre cuencos en la tierra
                                                                    de ahí bebemos todas.

Dios es mujer
que se cuela entre los dedos y las cuerdas
y nos dicta canciones
                                                 y poemas

Miércoles, 06:00 p.m.

Con sangre enterrada en las uñas

y los labios hinchados

acabé

Me quedan:

las piernas húmedas

y la conciencia tranquila

Letanía

Te llamaré Piedad
aunque digan que
no es nombre de niñas

Ven, Piedad
no cruces más fronteras

                 ¿con cuánta hambre
                 se aprende a caminar desiertos?

Ven, Piedad
no te ahogues en el río

                 ¿a las cuántas vidas
                 se vale atravesar el muro?

Ven, Piedad
que explota el edificio

                 ¿con cuántos cuerpos
                 se declara un genocidio?

Ven, Piedad
juega con nosotras

                a cruzar los dedos
                ahogarse de la risa
                y que lo único que vuele en la cara
                sea el confeti de la piñata

Te llamaré Piedad
aunque digan que
no es nombre de niñas

Porque tampoco parece
ser asunto de grandes.

La capital

“Ahí cae la lluvia,
viene, viene el sufrimiento
pero si la lluvia pasa,
¿cuándo pasa el sufrimiento?
¿cuándo viene la esperanza?”;

Alí Primera

Lo inmortal de las cajas de cartón
reside en ser casa
después de ser empaque

En sobrevivir al agua
que ahoga las calles
Y al chiqui chiqui
del bar de la esquina

Mientras sus capas
de papel mojado
se camuflan 
con la mierda que respiran 
quienes esperan la redención
fumándose
                  la avenida siete.

Carolina Campos Solís (Costa Rica, 1988). Poeta y activista cultural. Internacionalista y gestora de proyectos. Lee por primera vez su poesía en los talleres del Laboratorio Popular de Literatura. En 2018, comienza compartir textos en escenarios variados de Alajuela, Heredia y San José, provincias de su país natal. En agosto del mismo año realiza su primera participación en la Feria Internacional del Libro de Costa Rica, con la presentación de la antología de nueva poesía costarricense Certamen Desierto (editorial Fruit Salad Shaker, 2018), donde publica Las líneas invisibles de Vitruvio. En 2019 vuelve a la Feria Internacional del Libro con la puesta en escena de poesía performática Lámparas, al lado de las poetas jóvenes con quienes más tarde formaría la Colectiva Jícaras y desde donde hoy siguen creando arte y cultivando sororidad. En 2020 participa en el podcast latinoamericano de poesía Tufillo de poeta, el cual se graba en la ciudad de Nueva York.