Katherine Quirós Bonilla

El Llavero
Los niños siempre envueltos
en risas,
barro
y chocolate.
La ilusión de un viaje
en bus hacia
«El Llavero»
En el sur,
un bazar es una pequeña fábrica de deseos
en las tardes de diciembre.
Llaveros en las paredes:
adornos y fotografías.
Mirarlos de cerca
y recorrer el mundo.
Juguetes en las vitrinas y
la moneda en un bolsillo
insuficiente para una muñeca.
Al
final,
sólo luces
y más luces
y más luces navideñas.
En un mundo que olvida:
un niño siente todo,
imagina todo.
transforma todo.
Basta una fotografía
en unas pequeñas manos
para abrazar a un padre en
New Jersey.
Metamorfosis
“No sobrevive la especie más fuerte,
ni la más inteligente,
sino la que responde mejor al cambio”;
Charles Darwin
La ciudad (no) es un monstruo.
¡Aprende a mirar de cerca!
Existen ríos de pavimento.
¿Peces y aves?
Autos y aviación.
Las montañas se camuflan
dentro del simulador
de un centro comercial.
Los árboles sostienen cables de luz:
sustitutos del amanecer.
El organismo
aprende a engullir
lo artificial:
exceso de azúcar (¡Oh, angustia!)
falta de sal (¿Mi libertad?)
La ciudad (no) es un monstruo.
En la tarde entre el humo de los carros
se puede observar
los colores del atardecer
fundidos en la meliflua sinfonía
de una vieja flauta de madera en el parque.
Es ahí, donde en pausa,
un niño llora
y la ciudad se vuelve el coma
de los escombros
de la vieja vida.

Katherine Quirós Bonilla (Costa Rica, 1996). Estudió enseñanza del inglés en la Universidad Nacional de Costa Rica y se desempeña como intérprete. En el 2016 se integró al Taller Literario Comelibros, contando actualmente con publicaciones en las revistas mexicanas Larvaria y Materia Escrita, y la revista Tóxicxs. Formó parte de la antología del Certamen Literario Brunca 2018 y la antología Hispanoamericana (1970-2000) de la Revista Liberoamérica.