Obsequio

Canek

Arte: Gabriela Carrillo

No siempre en la obscuridad hay vacío.

Habría que saber de ciclos cataclísmicos, para notarte y saber también que hay detrás del espectro lunar, para entender de dónde vienes.

El instinto te advierte, como la piel fría y el puño apretado antes del infarto, como un   
vértigo antes del vuelo (a veces las alas no crecen parejo…es por el miedo).

La luz no espanta a la muerte y las hojas no caen sólo porque las vemos.

Si tuviera que enredarme entre tu cuerpo aceptaría quedarme sin brazo, sin pierna, y sin considerarlo un sacrificio, es sólo que es la única manera de comerte, tierno. Mientras la muerte hace de la luz un vacío obscuro y nosotros nos vamos haciendo otros entre cada respiro profundo, en cada gemido, a cada momento, muriendo y naciendo, y que mejor si es desde el centro de tu tornado húmedo energético, piel de hueso.

Cualquiera que te haya besado sabe que de ahí nunca se vuelve, y no es porque en tu boca haya veneno; esfinge, sino porque es como un aguijón que camina y se hace larva desde   
adentro, lepidóptera nocturna, te obsequio mis ojos, alma de cuervo.

Jesús Montesinos Leyva (Canek) (Estado de México, 1980). Cree en la escritura como un ejercicio que debe practicar en cada momento de su vida. Espera poder abrirse paso pronto dentro del mundo de las letras.