Margherita Guidacci

He puesto mi alma entre tus manos.
Cúrvalas como nido. Ella no desea más
que descansar en ti.
Pero distiéndelas si un día
sientes que huye. Haz que sean
entonces como hojas y como viento,
secundando su vuelo.
Y recuerda que el afecto en el adiós
no es menor que en el encuentro. Permanece
igual y será eterno. Mas distintos
son a veces los caminos por andar
al obedecer al destino.
Traducción por: Montserrat Mira
“All’ipotetico lettore”, Anelli del tempo (1993)
Ho messo la mia anima fra le tue mani.
Curvale a nido. Essa non vuole altro
che riposare in te.
Ma schiudile se un giorno
la sentirai fuggire. Fa’ che siano
allora come foglie e come vento,
assecondando il suo volo.
E sappi che l’affetto nell’addio
non è minore che nell’incontro. Rimane
uguale e sarà eterno. Ma diverse
sono talvolta le vie da percorrere
in obbedienza al destino.

Montserrat Mira (Ciudad de México, 1987). Maestra en traducción por El Colegio de México, y licenciada en Lengua y Literaturas Modernas (departamento de Letras Italianas), por la UNAM. Ha participado en diversos congresos dedicados a la italianística de ambas instituciones. Entre sus diversas traducciones se hallan el poemario La transfiguración de los animales en Bestias (Transeuropa, Massa, 2011) de Alessandro Raveggi, y colaboraciones en la de Ni una más. Cuarenta escritores contra el feminicidio (Universidad Iberoamericana, León, 2017) coordinado por Clara Ferri y Fabrizio Lorusso, y la de la novela El embrollo (Garabatos, 2018), de Antonio De Petro, con Víctor García. También participó en esta revista con la traducción del poema Hombre de mi tiempo, de Salvatore Quasimodo.